UNOS DÍAS POR LAS RÍAS BAIXAS

Aprovechando dos semanas que tenía de vacaciones, me fui a pasar unos días por las Rías Bajas con toda la familia.
Aproveché para pasar a saludar a unos compañeros de esto de los blogs de pesca y de paso dar unos lances intentando coger alguna lubina.
Uno de los días quedé con Jose (http://nosolomosca.blogspot.com/), que me llevó a la zona de Baiona, zona con innumerables puestas lubineras por todas partes. La suerte no nos acompañó mucho, pero alguna escama tocamos, aunque fueran pequeñas...
El mar estaba casi en calma chicha, así que había que aprovechar las primeras horas de la mañana...



Empezó la amanecida con algunas picadas fallidas y algún pequeño abadejo que entró a nuestros minows.



Poco después Jose se hizo con una pequeña lubineta que pronto fue devuelta al agua...



En cuanto salió el sol, ya sólo las agujas hacían caso de nuestros paseantes. Después de un par de ellas pusimos rumbo a casa, no sin antes hacer una parada para descansar e intercambiar impresiones.
Una jornada muy entretenida en compañía de Jose, en la que sólo faltó alguna picada importante para rematar el día...



Al día siguiente tocaba ir a conocer las Islas Cíes, todo un paraíso de la naturaleza, pero esta vez sin cañas, ya que no está permitida la pesca en ellas...




Me sorprendió la tranquilidad con que las gaviotas andan entre la gente. Se nota que aquí no son molestadas por los visitantes...




Todo lo contrario de lo que hacen ellas... en cuanto te despistas un poco te sacan la comida de las bolsas y se la llevan, no puedes quitar el ojo de tus cosas. A más de uno vimos llevarle la comida...




También quedé una mañana con Tirso, (http://tirsospinning.blogspot.com/) para intentar pescar alguna lubina, pero no conseguimos sacar ninguna. El mar estaba mejor que la jornada anterior, pero no quisieron hacer acto de presencia. Sólo tengo esta foto de ese día, pues primero un problema con la tarjeta de la cámara y después la batería que dijo basta, me impidieron hacer más.



Una foto del río Tea a su paso por Mondariz, con su preciosa playa fluvial que hizo las delicias de los peques y de los no tan peques, ya que el calor durante estos días fue asfixiante...

Como anécdota, me cargué otro teléfono en un chapuzón en la playa de Baiona mientras intentaba engañar a alguna con un paseante, así como un par de linternas de pesca que también llevaba en la mochila.

Desde aquí quiero agradecer tanto a Jose como a Tirso las atenciones que tuvieron conmigo durante estos días. Sólo espero que el año que viene volvamos a vernos y podamos disfrutar de alguna pieza importante para llevarla a la mesa...

Hasta pronto y buena pesca!!